Santa Fe y Real de Minas de Guanajuato se fundó en 1546, y fue alcaldía mayor en 1574, pero hacia años que la voz había corrido: esas montañas que formaban una caprichosa cañada escondían vetas de plata que sólo pedían fe, ambición, trabajo y a veces, un poco de fortuna para dejarse encontrar.
Mineros, aventureros, arrieros, esclavos, trabajadores, conquistadores, soldados y evangelistas llegaron prácticamente juntos para escribir una leyenda que ni en sueños imaginaron.
Nombres como Cata, Rayas, Mellado, Guadalupe, Valenciana, y más allá de los cerros el mineral de La Luz, pronto dieron identidad y referencia de lo que estaba pasando: de las entrañas de la tierra surgía una riqueza inimaginable que cambiaría la historia, antes y después, de la Nueva España.
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